martes, 29 de julio de 2014

Alfredo Díaz: una mano amiga para los más necesitados. Politólogo: David Duben



Alfredo Díaz: una mano amiga para los más necesitados
David Dubén F.
Siempre he manifestado mi inconformidad con aquellos gobernantes que en cumplimiento de la labor para la cual fueron electos, alardean de que han realizado una buena gestión porque han ejecutado tales obras o programas. El caso no es que hagan alarde de los logros y metas alcanzadas sino que pretendan hacer ver que las mismas son una especie de hazaña cuando en realidad es lo menos que cualquier gobernante serio, responsable y comprometido debería hacer. Más aún cuando para difundir las acciones cumplidas en el ejercicio de su obligación manifiestan que tal obra es “gracias” al respectivo gobernante, práctica muy común en todos los niveles de gobierno. De ahí que se hizo costumbre, por ejemplo, que al finado presidente Chávez  le daban las gracias porque se otorgaban unas pensiones, cuando en realidad es un derecho del cual gozan los ciudadanos y es responsabilidad del Estado venezolano su cabal cumplimiento. 

Hoy día, tanto seguidores como opositores del expresidente, han asumido para si esta manera de actuar, haciendo parecer que el hecho de desempeñar las labores para las cuales fueron elegidos, amerita que se le reconozcan como  imprescindibles e insustituibles por el trabajo realizado. Desde mi punto de vista, esto no es totalmente negativo cuando existe una conexión que va más allá del reconocimiento de las dotes de buen gerente de quien gobierna pues en mi opinión la diferencia de un buen o mal gobierno está en el esfuerzo, empeño y querencia que pone cada quien para poder cumplir con las funciones inherentes al cargo donde llegó gracias al voto popular, pues, en definitiva, es ese aspecto fundamental que permite que lo reconozcan como un verdadero líder social y así poderse ganar el RESPETO, AFECTO Y AMOR  de la gente.

Este justamente es el caso de nuestro Alcalde Alfredo Díaz que a fuerza de tesón, voluntad y constancia ha desempeñado una excelente labor en el ejercicio de su cargo, demostrando las capacidades y aptitudes de un moderno estadista pero, sobre todo, enseñando una sincera humildad y un profundo amor y compromiso en todos los actos relativos a su actuación gubernamental. Al respecto, insisto en resaltar sus grandes cualidades humanas que le han valido algo que a muchos les ha costado alcanzar, que no es más que el RECONOCIMIENTO que solo otorga el pueblo y su gente a aquellos por quienes siente un sincero y verdadero cariño y afecto. Ese mismo reconocimiento que se manifiesta permanentemente en elevados niveles de aceptación de su gestión, la cual ya fue avalada con una contundente reelección, para despecho de algunos politiqueros  que nunca llegaron, ni llegaran a ganarse el corazón de las masas.

En este sentido, me parece un rasgo muy diferenciador de aquellos políticos tradicionales, el hecho de que Alfredo Díaz, tal cual como le dijo en un acto reciente, en lugar de destacar que gracias a él se estaba saldando una deuda social, enfatizará más bien que en él tenían una mano amiga, que reconocía que no podía solucionar todos los problemas individuales de cada quien, que había cosas pendientes por hacer pero que siempre, óiganlo bien, SIEMPRE les iba a tender su mano en aquellos momentos malos cuando se hace más imperioso contar con un verdadero amigo, pero además, sin anteponer diferencias políticas o de otra índole porque si de algo se puede jactar esta gestión, es de trabajar por todos por igual, respetando y promoviendo la verdadera inclusión social. Anécdotas como estas hay muchas, así como infinidades de testimonios que pueden confirmar lo aquí expresado. Lástima que algunos, como consecuencia de su pequeñez mental, no lo hayan podido entender y por el contrario, pretendan consolidar un piso político utilizando la vía más fácil, tratando de destruir el bien ganado reconocimiento de un pueblo por su alcalde, en lugar de construir su propio camino que les permita llegar a su corazón. Ahí tienen el mejor ejemplo, imiten a Alfredo Díaz, al menos en eso deben ser buenos.

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