Política de Altura: Mariño: un gobierno participativo
Politólogo David Dubén F.
La participación ciudadana, como hemos afirmado en otras oportunidades, genera múltiples ventajas para los gobiernos municipales. Sin embargo, también enfrenta resistencias, derivadas de la creencia de que compartir las decisiones con las organizaciones sociales implica una pérdida de poder para las autoridades y, sobre todo, para los funcionarios. Por ello, es común ver gobiernos municipales que rechazan la participación o se limitan a desarrollar instancias participativas en las que incorporan solo a organizaciones políticamente afines. Se trata, en el caso de Venezuela, de una práctica muy común en los gobiernos locales oficialistas, en los cuales predomina el sectarismo y la subordinación de los intereses sociales legítimos a los intereses partidistas de los gobernantes.
En el Municipio Mariño, la verdadera práctica participativa ha sido un compromiso político de primer nivel asumido por el alcalde Alfredo Díaz desde su primer día como alcalde e incluso desde mucho antes, durante su ejercicio como concejal. En la gestión de Alfredo Díaz se ha partido de la necesidad de tomar en cuenta en igualdad de condiciones las necesidades, demandas y aspiraciones de los diversos sectores organizados que hacen vida en Mariño. Por ello, ha existido una estrategia clara y consistente por mantener comunicación permanente con estos sectores e intercambiar con ellos apreciaciones y propuestas sobre la situación del Municipio.
Ejemplos de esta política abundan. Con los consejos comunales y las asociaciones de vecinos se ha mantenido un contacto directo y permanente, aportando recursos, capacitación y asesoría para el desarrollo de sus funciones en las distintas comunidades de Mariño, así como recibiendo sus demandas y solicitudes. Con los gremios de comerciantes se han realizado múltiples encuentros y reuniones en los que se evalúa la situación del Puerto Libre, se coordinan acciones en su defensa y se definen acciones para la mejora de los servicios y la seguridad en el Municipio. Con el sector de la economía informal se han acordado medidas de desplazamiento y reubicación en función de obras y proyectos públicos de interés para toda la ciudad. Con las organizaciones deportivas y culturales se han acordado planes, políticas y proyectos sectoriales y se han atendido sus demandas y solicitudes. Incluso con la organización sindical municipal se mantiene una comunicación permanente, velando por el cumplimiento puntual y oportuno de todos los compromisos laborales de la Alcaldía con sus trabajadores.
Todos estos sectores han participado además, por decisión del alcalde Alfredo Díaz, en el proyecto del Reimpulso y la Transformación de Porlamar, en el cual se han definido las grandes líneas de desarrollo de la ciudad en un horizonte de veinte años. Con todo esto, queda en evidencia el compromiso participativo del alcalde, quien ha sido capaz de articular relaciones con los más diversos sectores del Municipio sin que haya privado el sectarismo ni los intereses particulares, sino la vocación del desarrollo y el interés superior del Municipio. Justamente, el carácter incluyente y de amplitud de la gestión del alcalde Alfredo Díaz pone en evidencia sus dotes de estadista, demostración palpable que su manera de gobernar, rompe con los patrones tradicionales, los cuales, aun podemos observar hoy en día y donde resalta el populismo, la demagogia y el incumplimiento de las promesas.
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