Alcalde Alfredo Díaz honra compromiso
de ayudar al más necesitado
ü El alcalde de Mariño sigue dando demostraciones tangibles de su responsabilidad para solventar los problemas de su gente.
El alcalde de Mariño, Alfredo Díaz, entregó ayuda a familia con problema habitacional, demostrando una vez más su sensibilidad social y apego a la solución de los problemas que confronta la comunidad en diversas áreas, en este caso, en materia de vivienda,
En esta ocasión, los beneficiarios son el núcleo familiar integrado por María Peñalver y Jairo Ortega junto con su dos pequeños hijos, quienes desde hace casi cinco años habitan en el edificio Corocoro, tiempo en el cual han estado esperando la adjudicación de una casa como se les prometió en la pasada contienda electoral por la gobernación, sin que hasta el momento le hayan cumplido.
-Gracias al alcalde Alfredito, por fin vemos luz en el túnel pues hicimos la solicitud y ya tenemos la ayuda prometida para la adquisición del terreno donde construiremos la tan ansiada casita, gobernante como éste es que necesitamos en Nueva Esparta, dijeron al recibir el cheque de manos del gerente municipal-.
Mientras que Peggy Álvarez, una madre de familia que subsiste cociendo y arreglando ropa para sacar adelante a su familia desde su residencia en el edificio Corocoro, visiblemente emocionadas expresó su agradecimiento al alcalde Alfredo Díaz, por la ayuda económica para la compra de una nueva cocina luego de una explosión en su domicilio.
Es de resaltar que el presidente del Concejo Municipal, José Gregorio Gómez, presente en el acto, destacó que en Mariño trabajamos para solucionar los problemas de la gente, no para engañar, ni jugar con la dignidad humana. Por ello, manifestó su satisfacción porque una nueva familia humilde de Porlamar, tendrá donde edificar su vivienda gracias a la seriedad y compromiso de Alfredo Díaz con su pueblo, lo cual revela, el nivel de responsabilidad del alcalde con los más necesitados, caso contrario a otros gobernantes, quienes reiteradamente incumplen la palabra empeñada, a pesar de anuncios rimbombantes de obras que solo existen en su imaginación.
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